Irma Ramírez Molina/F&S
Todas las mujeres políticas inmiscuidas directa e indirectamente, quieren ser candidatas a lo que sea por Tuxtla Gutiérrez, una ciudad por la que no han hecho nada, pero que se sienten merecedoras de un nuevo espacio donde poner su “vasta experiencia» al servicio del pueblo… ¡por favor!
Primero, María Mandiola, la diputada por el distrito II local, de la capital, lanzó un informe legislativo donde “atender” a 700 personas fue de las cosas más destacadas, como una numeralia que representan sus votos del futuro.
No tiene un trabajo como legisladora de gran importancia, algo que destaque en tribuna, que una de sus intervenciones pudiera representar una defensa férrea, clara, contundente a favor de las tuxtlecas: solamente, posiciones conmemorativas, de festejo, que marcan una postura, pero no una posición surgida de su experiencia.
Mandiola, la que se entiende (y ella misma se dice) la más experta de las legisladoras locales actuales por la ciudad que lleva mano en la preferencia política por si todo concluye a favor de una mujer en los linderos del 2027, ha demostrado en un año, lo poco que tiene que ofrecer, tomando encuesta que ya fue secretaria de equidad y género y su actor también dejó mucho que desear.
Luego, está Marcela Castillo, totalmente desaparecida de la Legislatura salvo por sus videitos de redes sociales que la pintan como lo que es: una muchacha en la etapa más feliz de su vida que, casualmente, pues también es diputada.
Le tenemos envidia de la buena, porque a esa edad, sus méritos la llevaron a una posición política de privilegio, qué lastima que no lo haya sabido utilizar a favor de su propia trayectoria, multiplicando sus bonos políticos con vista al futuro.
Le sigue la única legisladora por el Movimiento Ciudadano, Andrea Negrón, que distanciada de su partido y de los principios del color naranja, se le ha visto mover su línea de discurso hacia “el pueblo bueno y sabio” que pregona Morena. Y tan-tan, se acabó todo qué decir.
En esa misma olla, meto a Geovanni Marisela Ibarra Gallardo del PAN, que por más afinada que sea su crítica, simplemente es un grito en el desierto, en principio, porque la ignoran, en el resto, porque no es consecuente con ella misma, porque hoy marca distancia respecto del régimen a nivel nacional y en lo local, es el aplauso más fuerte que resuena en la asamblea.
Y las demás tristemente no hay nada que hablar de ellas, aunque tengan también el corazón puesto en Tuxtla y aunque algunos ya se sientan en campaña, falta todavía varios meses para entrarle de lleno a la competencia.
BASE DE DATOS…-
Con la puesta en marcha de las estaciones de la Línea K del Tren Interoceánico en Arriaga y Tonalá, el hito histórico toma forma, se vuelve realidad y genera expectativa positiva para Claudia Sheinbaum y para el doctor Eduardo Ramírez, porque esa vía de comunicación terrestre, representa el impulso que la región Costa necesita en los actuales tiempos.*
No entraré en la especulación de los futuros cambios del gabinete estatal, legal y ampliado, porque esa función queda a otros adivinadores con mejores suertes, pero escribo acá lo que muchos no pueden decir con toda la claridad del tema: los cambios son necesarios, más en política, más en Chiapas y ello no tiene nada que ver con el género, sino con los resultados.*
Hay un momento en que el tono discursivo de Zoé Robledo es denso, aburrido y rebuscado, como su propia carrera política, pero si cada que vuelva a Chiapas hará referencia a su fallida intentona del porvenir, entonces está bien que solamente venga cuando inaugure hospitales, que es cada sexenio: pero ahí está, ahí queda la oportunidad de retomar su posición política en la aldea, aunque le cueste una mejor gestión al frente del IMSS a favor de los chiapanecos, solamente.* #JaqueConDama



