*Ana Granda, duerme el sueño de los justos
Mary Jose Díaz Flores / F&S
Trabajadores del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, solicitaron la intervención del gobernador, Eduardo Ramírez Aguilar y de su esposa Sofía Espinosa para atender los presuntos abusos que se dan contra infantes en los albergues del DIF bajo la complacencia de Ana Granda González, directora del DIF Chiapas y de Margarita Trujillo Castillo, Coordinadora Operativa de los Centros Asistenciales del Sistema DIF, quien lejos de resolver la denuncia de abusos ha amenazado a los empleados con despedirlos si siguen las filtraciones de las irregularidades que se existen en los albergues de esta institución.
Lamentablemente la política humanista del titular del poder Ejecutivo de Chiapas no se está cumpliendo pues están lejos de practicar la recomendación de menos abusos más niños felices, ya que contrario a ello, hay muchos abusos, por lo que piden también la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que preside Horacio Culebro Borrayas, para que investigue las violaciones a los derechos fundamentales contra menores de edad y abuelos que por alguna razón permanecen en los albergues del DIF Chiapas.
Los denunciantes han hecho llegar a Filo y Sofía, fotografías de infantes que son maltratados por presuntas niñeras, lo cual es sabido y solapado por la administradora Ana Viviana García, Lilia Patria Ayala y la coordinadora Margarita Trujillo, quienes deberían ser cesadas de sus funciones y encarceladas de manera inmediata por atentar contra infantes cuando su deber es protegerlos, mientras que Ana Granda ha demostrado que le queda muy grande el cargo y no está respondiendo a la alta responsabilidad que tiene.
Asimismo, aseguran que cuando la CEDH realiza visitas de manera mañosa generan actividades para que los infantes no sean entrevistados por los visitadores, una práctica que se ha hecho común también por la administradora de la Casa Hogar para Adolescentes; Alejandra Torres quien esconde a los adolescentes en el salón de clases, pese a que muchos de ellos no van a la escuela ni saben leer ni escribir, pero lo hacen para que no se conozca la situación en la que viven y no se quejen con los visitadores de la CEDH que deben cambiar las estrategias para realizar sus entrevistas.
Por cierto, aseguran que los adolescentes sostienen relaciones íntimas entre ellos, cuando esto, está prohibido, pero la administradora del albergue lo permite para que no hagan ninguna denuncia de las condiciones infrahumanas en las que viven al interior del albergue.
Además, aseguran que la administradora del albergue La Esperanza, Daneli Torres, hace uso personal de las donaciones que recibe en su domicilio particular y para que no quede duda de ello, presentan una gráfica en las afueras de su domicilio particular donde están las cajas de galletas donadas, además de que ha puesto un negocio de carnes asadas, con la carne que es donada para los albergados que los tienen a pan y agua, lo cual también merece sanciones jurídicas.
En la entrega pasada denunciamos que a cambio de favores personales la administradora Ana Viviana García, nunca cambia de horario ni de área a las niñeras: Cintia Viridiana, Patricia Ramos, Irma Toledo, María Minerva. En esta entrega les presentamos la prueba de que nuestro dicho es cierto con los horarios que existen en el albergue para las niñeras consentidas.
De tal forma, que a Ana Granda, le está quedando grande el cargo para el que fue designada, pues conoce de esta denuncia y se hace de la vista gorda, incluso con una de las niñeras de nombre Irma, quien circula fotos con gráficas y textos pornográficos, mismos que nos hicieron llegar, pero por respeto al público no presentamos. Lo lamentable es que esta mujer cuida de niñas y niños y los maltrata.
Por cierto, cualquier trabajador que se queja de los abusos y excesos en estos albergues del DIF son despedidos o castigados a albergues más lejanos como el albergue de mujeres que está en El Jobo, en donde de paso, las albergadas no cuentan con las atenciones médicas necesarias ya que les quitaron a la doctora Martha Patricia, quien de paso tampoco las atendía porque se la pasaba encerrada en su consultorio viendo series en su celular.
En el albergue de mujeres también hay quejas por parte de las albergadas en contra de la Administradora de nombre Ana Deyanira, de la trabajadora social de nombre Lidia Moreno Cárdenas y la Profesora Mara, ya que tratan muy mal a las adolescentes, a las mujeres y a sus hijos, negándoles los artículos de primera necesidad, aun sabiendo que hay en existencia, tratándolas de forma denigrante y obligándolas a realizar las actividades de los intendentes, limpiando todos los días el albergue y el terreno, de más de una hectárea y si se niegan hacerlo son castigadas de forma cruel, aparte de ser acosadas por el personal masculino.
Con Filo
Valdría la pena que Ana Granda, atendiera todos los asuntos del DIF estatal que tiene encomendados, pues en la política humanista del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, ha quedado muy claro que las mujeres y los niños y niñas de Chiapas son muy importantes por lo que, si Granda se hace de la vista gorda en las irregularidades que se dan en la institución, es porque no tiene el control de los albergues que son tan sensibles en la entidad.