Irma Ramírez Molina/F&S
Me queda claro que el partido Morena no necesita enemigos, entre ellos es suficiente; así solamente Morena va a destruir a Morena, pues lo que se está observando es el clásico fenómeno interno del monstruo político que ha comenzado a pelear consigo mismo.
Pero además tienen escuela, porque muchos de sus ahora militantes estuvieron en el PRD donde se dividieron el tribus, y se dividieron tanto que terminaron pulverizándose y varios de estos ahora se visten de guinda.
Este fin de semana viene la plana mayor a Chiapas, solamente a refrendar que ellos no se pliegan a los designios estatales y aunque tengan a un adefesio en la dirigencia estatal: es adefesio suyo y de nadie más.
El hecho mismo de que hayan comenzado desde hace mucho a organizarse en el territorio es el único paso adelante que tienen respecto de los otros partidos, unos incluso queriendo lanzar una imagen renovada que simplemente no pega, como el PAN.
Morena quiere ir organizando en el territorio, los que vendrá en el 2027, ir explorando perfiles y posibles candidatas ─básicamente─ pero es una misión difícil, precisamente porque es el partido en el poder, franquicia rentable para quien lleve sus siglas en los comicios intermedios donde comienza a ponerse en peligro, la mayoría legislativa con la que han hecho y desecho.
Pero, llegarán a ello, con una reforma electoral que, muy posiblemente, les quite a los diputados federales plurinominales y con ello, la erosión del poder en sí mismo, hará el resto, generar antipatía social, hartazgo y urgencia de cambio.
Si Morena, al menos puedo hablar de caso de Chiapas, pretende amurallarse en sus fueros y no abrirse a las nuevas posibilidades, generar alianzas políticas locales (quizás no partidistas) entonces estará dando la primera palada del desencanto ciudadano que ya se vislumbra en el corto plazo.
Es decir, para más claro: si Morena quiere seguir siendo mayoría en Chiapas debe entender que hay posiciones desde lo local que suman y ganan elecciones.
BASE DE DATOS…-
Morena en Chiapas es más allá del Grupo Tabasco y de Los Goldos: el factor ERA juega directo en el tablero, porque indica el rumbo de la balanza, que la orienta hacia donde conviene el proyecto de nación que pretenden.*
Abrirse a otros equipos, jugar con un combinado local, tomando en cuenta que el dueño del balón, del estadio y del equipo mismo, tiene interés en configurar la segunda mitad de su sexenio, pasa por un relevo en la dirigencia estatal.*
Es decir: Carlos Molina Velasco debe ser relevado por Mario Guillén Guillén, el operador de la Nueva ERA, quien tendrá un listado final en los 24 distritos y la próxima cámara de diputados.*
Y si no quieren, bueno, desde hoy, asuman que la derrota es inminente y que ahí vienen dos partidos políticos locales que les van a infligir las derrotas más estrepitosas y vergonzantes de su recientes historia político-partidista.* #JaqueConDama



