Como parte de la conquista europea, al modificar la organización de los pueblos de América, cuidaron imponer los nuevos símbolos también en los aspectos religiosos.Así, a los pueblos de frontera entre grupos de lenguas distintas, les designaron como santo protector al apóstol Santiago, el PATRONO de España.
Aquel Santiago que se aparecía con caballo y espada para dirigir las batallas de quienes luchaban en España por la libertad de su pueblo -en contra de la dominación Árabe de 900 años-, en América se volvió Conquistador, tal como narran las crónicas de Cholula, entre otras.
En el imaginarlo popular de Chiapas, desde Pijijiapan hasta Yajalón, pasando por Amatenango del Valle y El Pinar, el apóstol Santiago combinó sus cualidades con las de los seres sagrados de su antigüedad y formalmente los sustituyó.Se trata de pueblos que eran cabecera y frontera entre grupos lingüísticos importantes. En el caso de San Cristóbal, es probable haya regido esa norma colonial, más que las opiniones de los conquistadores locales, ya que no era frontera lingüística y, tanto aquí como en sus alrededores, todos hablaban el maya tsotsil.
Además, el santo patrono de España ya estaba designado a la ciudad de Guatemala -La Antigua-, de la que dependía administrativa y políticamente, la provincia de Chiapas.Con un afectuoso saludo, desde la revisión del pasado, para vivir mejor el presente.
Jesús Manuel Hidalgo Pérez /F&S